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En los últimos meses estamos observando una escalada de precios que, en mayor o menor medida, está preocupando mucho a los consumidores. Vamos a hablar de la situación en la que se encuentra la industria, la cual sufre en estos momentos una crisis de precios importante que es necesario valorar y conocer para determinar el alcance de la situación.

Récord de subidas de precios en la industria en 41 años

Desde el año 1980, en plena reconversión industrial en España, no se observaba una subida de precios tan considerable como la recientemente sufrida en materia de bienes industriales, la cual ha reflejado un crecimiento del 18% con respecto al año 2020, lo que ha supuesto una inflación industrial que repercute sobre el precio final de los productos.

Se trata de una situación comprometida que se ha ido gestando a partir de diferentes razones tal y como vamos a observar a continuación.

Diferentes razones por las que se produce el incremento de precios

La crisis de precios que sufre la industria no se debe a un único factor, sino que existen diversas razones que, en combinación, han supuesto un crecimiento preocupante y que mantiene en tensión a los consumidores.

En primer lugar, en los últimos meses hemos observado un fuerte aumento del precio de las energías, con un encarecimiento del 41,6% de la electricidad y el gas con respecto al año anterior.

Esto evidentemente ha supuesto un alza en los costes de fabricación que se soporta inevitablemente sobre el cliente final, pero no es la única razón, sino que también hemos podido observar en este último año que cada vez hay una mayor escasez de determinadas materias primas, las cuales han experimentado una subida de aproximadamente el 16,1%.

Un buen ejemplo de ello es la crisis de los microchips, que está suponiendo un aumento de la demanda y una disminución sustancial de la oferta, lo que reduce la competitividad y encarece los precios dentro del ámbito de la tecnología.

Otro de los factores también determinantes recae directamente en la situación que se ha derivado a partir de la pandemia de SARS-CoV-2, y es que el coronavirus ha frenado en seco desde la obtención de materias primas hasta su transporte, fabricación de artículos y productos y distribución de los mismos, lo que supone un refuerzo en el aumento de la demanda y reducción de la oferta.

Cada vez son más los particulares que hacen uso de sus ahorros para realizar nuevas compras, buscando una actualización completa para que, en el caso de que se volviese a producir una situación similar, estar más prevenidos, lo cual de nuevo vuelve a suponer un aumento todavía más sustancial de la demanda que se contrapone a la reducción de la oferta por los motivos anteriormente expuestos.

En definitiva, la demanda ha crecido de manera imparable, mientras que la oferta se ha visto reducida por numerosos factores, lo cual ha dado lugar a un aumento de precios muy considerable.

Una situación transitoria que revertirá a final de año

Sin embargo, la buena noticia es que diferentes expertos han dejado claro que en realidad estamos ante una situación transitoria, y se espera que para finales de este año comience la normalización.

Esto no significa que para principios de 2022 este todo solucionado, ya que muchos de estos problemas todavía van a persistir durante bastantes meses, pero lo importante es que todo comenzará a normalizarse para volver a un nuevo ciclo donde los precios de nuevo se irán estabilizando.